PRESIDENTE DE LA REPUBLICA | ||
(1823) | ||
HISTORIA: José Mariano de la Riva Agüero y Sánchez Boquete nació en Lima el 3 de mayo de 1783, hijo del español José de la Riva Agüero y Basso della Rovere, miembro de la distinguida familia italiana Della Rovere, Caballero de Carlos III y superintendente de la Real Casa de Moneda de Lima; y de María Josefa Sánchez-Boquete y Román de Aulestia, limeña, perteneciente a la nobleza colonial de Perú. Heredó de su familia materna el título de Marqués de Monte Alegre de Aulestia. Viajó a España para completar su educación juvenil e ingresar en la carrera naval, pero los acontecimientos derivados de la ascensión napoleónica llamaron su atención y se trasladó por un tiempo a Francia, en viaje de recreo. Nuevamente de vuelta en Madrid, fue condecorado con la Orden de Carlos III (1807); y, movido por la excitación nacionalista que provocó la invasión napoleónica (1808), se alistó en el ejército español y participó en algunas acciones iniciales contra los franceses: en Guipúzcoa, Burgos y Córdoba. Prefecto de Lima bajo el Protectorado: doPrestigiado con tantos servicios prestados a la causa patriota, Riva Agüero se presentó ante José de San Martín en el cuartel de Huaura. Hallose luego en la marcha efectuada sobre Lima, y al ser ésta ocupada (9 de julio de 1821) se le reconoció el grado de Coronel de milicias. Cuando se organizó el gobierno protectoral de San Martín, fue designado Presidente (prefecto) del departamento de Lima (3 de agosto de 1821). Tuvo decidida actuación en el acopio de los recursos que la situación requería; pero perdió la confianza de San Martín por haber promovido la expulsión del ministro Bernardo Monteagudo (25 de julio de 1822), personaje odiado por su monarquismo y las medidas severas que había dictado contra los residentes españoles de Lima. No obstante y pese a que San Martín eligió a otro Prefecto de Lima, Riva Agüero se mantuvo en el despacho, hasta después del retiro del Libertador del Perú. Presidente Del Perú: El Congreso instalado por San Martín el 20 de septiembre de 1822 asumió la suma del poder público y el día 24 encargó el ejercicio del Poder Ejecutivo a una comisión de su seno denominada Junta Gubernativa, presidida por José de La Mar. Esta Junta se propuso atacar a los realistas concentrados en el centro y el sur peruano, organizando dos ejércitos, pero los desastres sufridos por el "Ejército del Sur" en Torata y Moquegua exasperaron a la opinión pública que exigió la constitución de un gobierno unipersonal. Dicha situación dio origen al primer golpe militar de la historia republicana peruana. El "Ejército del Centro", que se hallaba acantonado en el fundo Balconcillo, cerca de Lima, solicitó al Congreso la disolución de la Junta Gubernativa (26 de febrero de 1823). A este episodio la historia lo conoce como el Motín de Balconcillo. Ante la negativa del Congreso, las tropas avanzaron amenazadoramente hacia la capital. El Congreso tuvo entonces que claudicar y ordenó el cese de la Junta Gubernativa (27 de febrero de 1823). Momentáneamente tomó el poder José Bernardo de Tagle, Marqués de Torre Tagle, hasta que el Congreso eligió a Riva Agüero como Presidente de la República (28 de febrero de 1823). Pocos días después el mismo Congreso lo ascendió a Gran Mariscal y dispuso que utilizara la banda bicolor como distintivo del poder ejecutivo que administraba (4 de marzo de 1823). Desde entonces todos los Presidentes del Perú han lucido dicha "banda presidencial". Labor Gubernamental: Durante su gobierno como Presidente de la República (de febrero a junio de 1823) Riva Agüero puso en marcha una gran actividad para poner al Perú en condiciones de terminar por cuenta propia la guerra de la Independencia. Su obra gubernativa se concretó en los siguientes puntos: Se abocó a una labor de organización y mejoramiento del Ejército poniendo gran empeño en aumentar sus efectivos con elementos peruanos. Al frente de él puso al general Andrés de Santa Cruz. Ordenó al comandante Antonio Gutiérrez de la Fuente formar fuerzas de reserva en las provincias del norte, en Trujillo, así como al coronel Ramón Castilla la creación del cuarto Escuadrón de Húsares. Regreso al Perú: Sólo después que el gobierno peruano puso el cúmplase a la resolución legislativa que suspendía su proscripción (16 de mayo de 1831), Riva Agüero pudo retornar a su patria. Llegó el 22 de octubre de 1831 y fue recibido con muestras de aprecio de parte de la población. Consiguió que judicialmente se le exonerase de las responsabilidades derivadas de su conducta política (1832). Pero al mismo tiempo alentaba la ambición de recuperar el poder y seducía a todos con promesas que nunca podría cumplir, e inclusive comprometía a plumíferos para que desprestigiaran a sus antiguos adversarios. Fue elegido diputado por Lima a la Convención Nacional de 1833, pero a poco fue acusado de estar involucrado en una conspiración contra el gobierno de Agustín Gamarra y debió marchar nuevamente al destierro, a Guayaquil. La Convención Nacional convocó a los Colegios Electorales en vista a las elecciones del Congreso y del Presidente sucesor de Gamarra. Dichos Colegios se reunieron solo parcialmente, por lo que las elecciones se frustraron. Riva Agüero, en ausencia, triunfó en Lima, aunque en sus Memorias se atribuyó falazmente el triunfo a nivel nacional. Como ya finalizaba el período de Gamarra, la Convención Nacional decidió elegir a un Presidente provisorio. El designado fue Luis José de Orbegoso, quien asumió la Presidencia el 21 de diciembre de 1833. Ya de vuelta de su destierro, Riva Agüero se sumó al bando de Orbegoso; logró que se aprobara su reincorporación al Ejército peruano (1834), consiguiendo recuperar su rango de Gran Mariscal. Estuvo en la campaña contra los gamarristas descontentos con la elección de Orbegoso, que culminó con el "abrazo de Maquinhuayo". Tras el golpe de estado de Felipe Santiago Salaverry (1835), Riva Agüero fue desterrado a Chile. Hallándose allí, fue acreditado como Ministro Plenipotenciario por Orbegoso (octubre de 1835). Presentó sus credenciales el 31 de diciembre y logró que se desconociera la misión que allí desempeñaba Felipe Pardo y Aliaga en nombre de Salaverry. Se mezcló en problemas de política chilena que lo obligaron a suscribir explicaciones públicas, y cuando dio término a su misión (31 de julio de 1836), se hallaba en preparación la Primera Expedición Restauradora en contra de la Confederación Perú-boliviana encabezada por Andrés de Santa Cruz. Retornó al Perú y fue designado Presidente provisorio del Estado Nor-Peruano (11 de julio de 1838), en reemplazo de Orbegoso. Ejerció precariamente su autoridad hasta que llegó a Lima la noticia de la derrota de los confederados de Santa Cruz en la batalla de Yungay (24 de enero de 1839). Ello marcó el fin de su carrera pública. Obras y escritos diversos: Ligera idea del abandono en que se halla el Tribunal de Cuentas del Perú (1813), folleto. Entre Sus Principales Obras: Concepto del Derecho (1911) Fin de su Gobierno y Destierro: Riva Agüero no acató tal disposición y se embarcó a Trujillo con parte de las autoridades. Mantuvo su investidura de Presidente, decretó la disolución del Congreso (19 de julio de 1823) y creó un Senado integrado por diez diputados. Formó tropas e intentó reforzarlas con los restos de la Segunda Campaña de Intermedios. En Lima, el presidente provisorio Marqués de Torre Tagle convocó de nuevo al Congreso (6 de agosto de 1823), el cual a su vez reconoció a Tagle como Presidente de la República. Cundió pues la anarquía en el Perú al existir al mismo tiempo dos gobiernos. Riva Agüero empezó a negociar una tregua con los españoles a fin de oponerse a la autoridad al gobierno de Lima, así como a Bolívar y a Sucre. Como no aceptara ninguna fórmula de entendimiento con el resto de los patriotas, hubo necesidad de recurrir a la fuerza para unificar al país. El mismo Bolívar abrió campaña contra Riva Agüero, pero éste fue apresado por sus propios oficiales encabezados por el coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente (25 de noviembre de 1823), quienes desobedeciendo la orden de fusilarlo, lo enviaron al destierro a Guayaquil. |
martes, 13 de marzo de 2012
José de la Riva Aguero
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