Es muy extendia la creencia de que si nadamos después de comer podemos sufrir calambres y ahogarnos.
De hecho en mi familia dejábamos pasar 3 horas.
Pues resulta que esta creencia no tiene mucho fundamento.
Los calambres efectivamente son comunes en las albercas, pero no calambres abdominales.
Parece no haber ningún caso probado de un adulto ahogado por nadar despúes de una comida normal.
En caso de niños, comidas abundantes o con alcohol es mejor abstenerse de nadar.
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