miércoles, 25 de enero de 2012

Calendario Cívico: Batalla de Miraflores - Museo del Parque Reducto

15 de Enero
Batalla de Miraflores

Museo del Parque Reducto: santuario de la resistencia peruana

Ubicado entre las avenidas Benavides y Paseo de la República, en pleno corazón de Miraflores, el Parque Reducto Nº 2 no es solamente un espacio histórico, sino testimonio vivo de la valentía de un pueblo que luchó con heroísmo en el último tramo de la Guerra del Pacífico.



Las batallas se ganan o se pierden. No hay medias tintas. Y casi siempre los triunfos conllevan derrotas, sean materiales o humanas. La Guerra del Pacífico, que enfrentó a dos naciones hermanas como Perú y Chile, no fue la excepción y generó sangre y destrucción.

La última batalla antes de la ocupación de Lima se llevó a cabo en Miraflores, un 15 de enero de 1881. Varios reductos fueron construidos para contener el avance del ejército invasor a lo largo de 12 kilómetros. Uno de ellos, el Reducto Nº 2, se ha convertido en recordatorio de la grandeza heroica de nuestros soldados y de un pueblo que nunca dio marcha atrás.




MUSEO DE SITIO
Hasta hace unos años, el Parque Reducto era un sitio histórico enclavado en una céntrica calle de Miraflores. En 1994, por iniciativa de la comuna miraflorina, cambió de rostro con la inauguración del Museo de Sitio del Parque Reducto Nº 2.

Con este Museo, los miraflorinos honran una lucha que se perdió debido a la superioridad numérica del enemigo, pero que demostró la valentía de nuestras tropas y el coraje que los animó a defender la ciudad. Debajo de este espacio se hallan los cuerpos de estos compatriotas. Por ello, este lugar es también un santuario.



El reducto propiamente dicho es curvo y está flanqueado por los bustos de los héroes Juan Fanning, Ramón Vargas Machuca, Pedro Silva Gil y Carlos Arrieta. Asimismo, se observan los cañones que fueron utilizados en la época. A un lado, una llama recuerda el fuego que se agitó en los corazones de nuestros soldados durante la lucha.

Detrás del muro de defensa se ha construido una casona que es copia fiel de la estación de trenes que existió originalmente. El tren y el vagón también datan de estos años y fueron traídos desde Cusco.

En el primer piso de la casona se encuentran las oficinas administrativas y una sala para exposiciones temporales donde los artistas plásticos vecinos muestran sus obras. En el segundo piso hay dos salas, una dedicada a muestras temporales y otra que alberga los verdaderos tesoros del Museo.

En la sala dedicada a la Batalla de Miraflores, los visitantes pueden admirar las reliquias de la época: desde el uniforme original con el que combatieron nuestros soldados hasta armas de guerra peruanas y chilenas usadas durante la batalla, entre las que figuran espadas, rifles y revólveres Smith & Wesson.

Asimismo, se muestran fotografías de los principales héroes de Miraflores, entre los que figuran el coronel Andrés Avelino Cáceres, el escritor Manuel Gonzáles Prada, el coronel Justiniano Borgoño, Ramón Ribeyro, Narciso de la Colina y Melitón Porras, entre otros. Una curiosa imagen que data de 1920 muestra a Cáceres con sus ya características patillas al lado del presidente Leguía. Es la última foto del mariscal.



Asimismo, el museo alberga las baterías de artillería, óleos que muestran la batalla y el saqueo de las tropas chilenas, y una maqueta en la que se puede apreciar en forma panorámica la disposición de ambos ejércitos durante la batalla.


ESPACIO VIVO
El Museo de Sitio del Parque Reducto Nº 2 ha trascendido su rol histórico y se ha convertido en un espacio vivo, de recreación y cultura.

Además de visitar las exposiciones, las personas pasean con sus hijos, los turistas toman fotos y un grupo de vecinos se dedica a seguir los movimientos de relajación, meditación o defensa personal que indican los instructores.



En las pérgolas, un grupo de adolescentes rasguean sus guitarras mientras en otros espacios del parque se dictan clases de literatura, cocina y hasta robótica, lo que constituye una útil alternativa para las vacaciones.

Asimismo, cada 15 de enero se realiza una ceremonia de las Fuerzas Armadas en memoria de quienes ofrecieron su vida en la Batalla de Miraflores. Por ello, la llama permanece viva como símbolo de que el honor y la inmortalidad siempre permanecen en el corazón de los valientes.

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